PARA QUÉ COMPETIR????... SI PODEMOS SER AMIGAS
Una de las
cosas que Dios me ha enseñado en estos últimos años, es aprender a valorar a
mis amigas. Son aquellos pedacitos de amor de Dios, que coloca en nuestro
camino para aquellas tardes de té, las pijamadas o el cafecito con leche y pan
por las tardes…Somos fuertes y sutiles creaciones de alguien que pensó en esos
momentos donde estaríamos tristes y tan solo esas amigas iban a poder
entendernos, pensó en esos días donde terminaríamos un relación y el dolor de
dejar ir un amor, tan solo se aliviaría con un fuerte abrazo de esa amiga;
también pensó en esos momentos donde iríamos a una fiesta y en conjunto con esa
amiga, nos arreglaríamos el cabello y nos colocaríamos maquillaje…
Amigas!!!!
Suena tan común… pero no nos hemos detenido a pensar, que si no nos tenemos las
unas a las otras, siempre faltará algo…
Me
preguntaba, por que habría de escribir sobre las amigas? Pero es inevitable para mi pensar en esos
otros momentos que vivimos como mujeres…. Son aquellos momentos donde muchas
veces nos sentimos en una competencia, donde también a veces caemos en la
crítica… por que? Siempre queremos conquistar nuestros objetivos
(siempre prevalecen los amorosos), y el hecho de no alcanzarlos, nos hace creer que otra se esta llevando los méritos
que debiera tener yo…. Y he aquí lo lindo que Dios nos recuerda no
nacimos para competir, pero si nacimos para ser lo que ya somos…
El punto es
que la sociedad nos ha hecho creer, que tenemos que alcanzar ciertos objetivos
que nos han hecho daño, como por ejemplo: ser extremadamente delgadas para
tener una figura perfecta, o estar vestidas de diseñador para estar seguras de
que mi ropa es más bonita que la de la otra chica, o ser rubia, de cabello liso
y largo para sentir que verdaderamente soy de las top five, e incluso ser la
que conquiste a ese chico.
Nos han
desvirtuado nuestra esencia con todas estas cosas, robándonos el hecho de ver a
otra mujer, sencillamente como lo que es: MUJER, y quizás nos hemos estado
perdiendo de amistades tan valiosas…
Debo enfatizar
la felicidad que ha traído a mi vida, reconocer la belleza de cada mujer, la
autenticidad y personalidad que la hace distinta a otra y que cada una brilla
con luz propia en el ámbito en el que decida estar; he aceptado y recibido el
amor de cada amiga y verdaderamente he celebrado cada logro, cada cambio, cada
éxito que he tenido junto a ellas; pero también han sufrido, han llorado y se
han lamentado junto a mi cuando así las circunstancias han sido.
No tengo
más que agradecerles a cada una y desearles todo lo mejor que pueda haber para
cada una de ustedes en este mundo (sé que están leyendo este blog).
Pero sobre
todo mujeres, tengo que agradecerle a DIOS, quien decidió crearnos mujeres, y
nos colocó en nuestros corazones belleza, tranquilidad, misericordia, servicio,
apoyo, y muchas otras cosas más… Y aunque muchos piensen que estamos detrás de
un gran telón de una obra teatral, realmente somos las protagonistas; somos
quienes reproducimos y transmitimos los valores generación tras generación en
la familia.
Así que
dejemos de competir con otras mujeres, nos hará débiles y afectará nuestros
corazones; esto no es nuestro diseño… Seamos amigas, porque esto nos hará más
fuertes, vulnerables y más femeninas. (y un secretito: más atractivas).
No hay comentarios.:
Publicar un comentario